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lunes, 1 de mayo de 2017

Movimientos oculares

En diferentes ocasiones, conocer los movimientos oculares que realiza un individuo en cuanto a un texto, imagen u otro, puede ser la clave necesaria para detectar el tiempo que dedica al análisis de una palabra o letra. Es decir, captar en qué palabras o partes de la palabra existe mayor fijación, lo que se traduce en dificultades de la lectura.

Debemos ser conscientes de que nuestra retina se encuentra siempre en u continuo movimiento, atenta hasta al más pequeño estímulo del contexto. Los movimientos del cuerpo y de la cabeza posibilitan la captación de infinitas imágenes de nuestro entorno. Sin embargo...¿qué sucede cuando lo que pretendemos es captar detalles mucho más pequeños, imposibles de percibir a primera vista?
En estos casos, debemos recurrir a ciertas herramientas que nos posibilitan detectar el tiempo que dedicamos a observar algo, medido en milésimas de segundo.
En todo momento, el ojo humano muestrea un segmento del orden óptico relativamente grande (el campo periférico) con una agudeza baja, y un segmento mucho más pequeño (el central, o campo foveal) con una agudeza alta. Los movimientos oculares suaves y los sacádicos cambian constante y continuamente el emplazamiento de este segmento de alta-agudeza de modo que se logre una visión aguda en un amplio ángulo.

El muestreo del orden óptico se logra mediante tres tipos de movimientos oculares. En primer lugar, se llevan a cabo saltos rápidos e intermitentes en la posición del ojo (movimientos sacádicos) para fijar un objeto con la visión foveal. Cuando leemos, por ejemplo, los ojos efectúan varios movimientos sacádicos, cada segundo, para inspeccionar la pantalla o página. En dichos movimiento, los ojos se desplazan entre 50 y 100(sexagesimales) sobre el estímulo durante unos 25-40 mseg. Es aquí cuando los ojos no extraen información del estímulo. Cada sacudida brusca del ojo va seguida de una fijación ocular, manteniéndose casi estáticos durante 250 mseg. . En este preciso instante, es en el que extraemos la información que nos interesa.


¿Cómo es, entonces, posible examinar la percepción sin los movimientos del ojo?
Pues muy sencillo: mediante una técnica que capta las coordenadas de los movimientos que realiza el ojos, o lo que es lo mismo, el NAC-EMR 600. Se trata de un sistema semiportátil de registro de los movimientos oculares que permite muestrear las coordenadas de ambos ojos con una frecuencia de 600 Hz y un ángulo mínimo de lectura de 0.17 grados. Como resulta obvio, tanto la lente de contacto como el proyector se mueven con el ojo. Por ello, las imágenes de los objetos presentados al ojo permanecen focalizadas en unas coordenadas retinianas idénticas. Estas coordenadas, serán la clave de la detección del movimiento. Bien, pues en unos segundos de estabilización tiene lugar la pérdida de la percepción del color y del contorno. Así, para conocer la medida de la cantidad de procesamiento implocado en cada una de las palabras del texto debemos fijarnos en el tiempo de fijación ocular durante la lectura (Rayner, 1983; O'Regan y Lévy-Schoen, 1987)
¿Y qué nos permite muestrear los datos de las coordenadas del ojo después de realizar la calibración? Pues muy fácil, es la salida anlógica, debido a que su calibración semiautomática permite eliminar de las medidas el efecto derivado de las diferencias individuales en la velocidad de rotación ocular, además de la distorsión procedente de la óptica. Y todo ello, se graba en vídeo sistema NTSC para, en momentos posteriores, analizarse con el software .



No obstante, cabe ser realistas, ya que no todo son ventajas.
INCONVENIENTES del NAC EMR 600



  • Con este sistema, existe una posible de pérdida de una gran cantidad de información. ¿Y POR QUÉ? Pues porque un simple parpadeo conlleva al sistema a captar puntos de coordenadas falsas y, dado que somos humanos, el no parpadear resulta imposible. ¿Y qué tiene de negativo el parpadear? Pues, de forma obvia, cuanto más parpadeo, mayor pérdida de información.
  • Además, se dan registro de rebotes falsos, lo que nos obliga a fijar puntos de comprobación cada "x" tiempo. ¿Y POR QUÉ? Porque el mantener cierto tiempo el ojo abierto, más los pequeños láser, más el tratar de no parpadear demasiado, conlleva a la irritación del ojo, traduciéndose en el rebote de señales emitidas. ¿Y qué hace entonces el sistema? Pues éste capta cuáles se captaron y cuáles no (cuáles rebotaron), por lo que el resultado e un registro con muchos rebotes falsos.







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